lunes, 19 de mayo de 2014

El poder del ADIOS

Como sabéis todas las estudiantes de mamás, criar nos enseña mucho, que cuando llegan a la fase de individualización e interactúan cada vez más con su entorno, cuando están jugando con algún juguete que les gusta mucho, haciendo alguna actividad muy entretenida para ellos o están en un lugar que les gusta como el parque a la hora de tener que irse y tener que dejar de hacer lo que llevaba entre manos el niño no quiere y explota en una rabieta.También pasa cuando nos tenemos que separar del niño. 
Parque con niños
Por instinto pensé en que despedirnos de las cosas era buena opción para ver si de esta forma aceptaba mejor el tener que dejarlo. Siempre le anticipaba un rato antes que nos teníamos que ir que había que decirle adiós a los juguetes, a la tele, a los niños y al parque...poco a poco se fueron minimizando las rabietas considerablemente.  
Un día me encontré con un artículo de una página que sigo y que os recomiendo http://www.psicologiaycrianza.com/ Mónica es psicóloga especializada en crianza con apego en la página encontraréis muchos recursos sobre como gestionar de forma más empática algunas situaciones en las que nos podemos encontrar con los niños.
El artículo que os comentaba se titula " Mi hijo llora al marchar del parque" . Entonces empecé a entender que esa actitud que él manifestaba en esos momentos es porque el niño se vincula emocionalmente de forma intensa con los objetos, los lugares,personas...que esa es su forma de manifestar su malestar ante estas separaciones porque le suponen una pérdida importante y no sabe gestionarlo igual que un adulto. Estrategias tales como anticiparle el momento de la separación, darle una referencia temporal, permitir que el niño se despida, trasmitirle el carácter transitorio de la separación... son algunos de los consejos que el artículo proponen y que funcionan muy bien. Hoy hemos estado en el parque y al irnos como siempre hacemos el ritual, le anticipo que se tire por el tobogan y que le tenemos que decir adios al parque y a los niños porque nos vamos a casa a comer papas y a ver al gua guau. El termina de tirarse y ya le va diciendo adiós sonriente al parque y a los niños. Nos ha visto una mamá que le ha hecho mucha gracia y nos ha dicho - Mirá! así se va contento. En ese momento se me ha ocurrido este título " El poder del ADIOS", en realidad es el poder de las palabras y la comunicación, pensamos que como son pequeños y tienen lenguaje limitado no podemos explicarles muchas cosas y nos equivocamos podemos hacer adaptaciones y simplemente con un ADIOS anticipar que se va a producir una separación y que no pasa nada porque volverá a jugar con ese objeto, volverá a ver a esa persona... es suficiente.

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